lunes, 23 de diciembre de 2013

UNA RENTA BÁSICA QUE GARANTICE EL DERECHO HUMANO A EXISTIR


En un contexto  galopante de pobreza, las medidas que defiende Izquierda Unida, tienen que tener un correlato que refleje y corrija la realidad. Manuel Baena, diputado andaluz de Izquierda Unida, obtuvo el respaldo del resto de los grupos parlamentarios –con una desbordada demagogia del Partido Popular- para aprobar “la creación del Grupo de Trabajo para analizar la legislación autonómica e internacional en materia de renta básica de ciudadanía, al objeto de fijar el alcance y las condiciones de una Ley que regule el desarrollo progresivo de dicho derecho estatutario en la Comunidad Autónoma de Andalucía. A propuesta del G.P. de Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía”, como dice el diario de sesiones de ayer mismo.

Andalucía, como dijo Baena, parte de una situación de paro del 35,9%, el 65,1 en menores de 25 años. En una quinta parte de los hogares andaluces están todos sus miembros en el desempleo. Con una precarización creciente de la población asalariada, unida al encarecimiento de los productos básicos, el poder adquisitivo de las trabajadoras y trabajadores ha caído en picado. Uno de cada cuatro pobres de todo el estado es andaluz y más de medio millón de personas están sin cobertura social alguna. El 6% de la población no come caliente durante más de dos días y la tasa de pobreza alcanza ya el 31,7% habiendo crecido el dato de la desigualdad en un 10% en los últimos años, retrocediendo en términos temporales durante 6 generaciones de avances en el desarrollo humano.

Baena recordó a Robespierre quien, ya en 1792 acuñó la célebre frase que decía: “La primera Ley Social es aquella que garantiza a todos los miembros de la sociedad los medios para existir”. Frente a una economía desposesora de derechos sociales, que no ofrece el recurso más inmediato para satisfacer el mínimo vital, y aún reconociendo la dificultad y complejidad de abordar este tema sin alcanzar las leyes estatales sobre redistribución de la fiscalidad, es indispensable abordar un derecho a la existencia a través de una RENTA BÁSICA.

Porque la precariedad conduce al desempleo, el desempleo lleva a la pobreza, la pobreza arroja a la exclusión social y la exclusión destruye a través de la marginalidad, la dignidad humana, es precisa una política valiente y transformadora que garantice el más básico derecho humano que es el derecho a la existencia. Con él, el derecho a los mínimos vitales –agua y luz-, el derecho al trabajo, el derecho humano a la vivienda, se tiene que construir la alternativa que Izquierda Unida en el gobierno andaluz está dispuesta, con el apoyo social, de sacar hacia adelante.


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